Cuando se habla de la contaminación que se produce por las personas en el día a día, se nos viene a la cabeza el uso de vehículos, calefacciones o aires acondicionados, … Pocos son aquellos que se puedan imaginar que el uso de Internet pueda contaminar, y más si pensamos el uso que hacemos de él 24h al día, ya sea en el trabajo o en casa, en el ordenador, la tablet o en el móvil.
En 2018, el 56,1% de la población mundial (4.390 millones de personas) utiliza Internet generando a diario por minuto, casi 3,8 millones de búsquedas en Google, 400.000 descarga de aplicaciones, 18 millones de envíos de mensajes y 188 millones de correos electrónicos.
Para entender cómo pueden contaminar todas estas acciones, vamos a ver cómo funcionan las búsquedas.
Todos tenemos la idea de que la información se guarda en la “nube”, pero esta idea tan bonita no es más que millones de servidores físicos guardados en centros de datos de alta seguridad y conectados por miles de cables submarinos que para funcionar consumen mucha energía.
Cada búsqueda contamina y tiene un coste a nivel ecológico. Procesar casi 4500 millones de búsquedas al día, supone que el buscador más famoso del mundo represente un 40% de la huella de carbono de Internet.
En un post publicado en el blog oficial de Google, afirman que sus centros de datos son los más eficientes del mundo energéticamente hablando y que consiguen que la cantidad de electricidad que se utiliza en cada búsqueda sea mínima. Si cada búsqueda supone 7 gramos de media de CO2, Google genera 0,2 gramos y 0,0003 kWh de energía en cada búsqueda.
Si creemos a Google y cada búsqueda supone 0,2 gramos de CO2, las búsquedas de un día suponen 899.484 gramos de CO2 y al año 328.311.660 gramos de CO2 a la atmósfera, que no es poco.
¿Qué podemos hacer nosotros?
Con la llegada de los smartphones conectados a Internet, disponemos de toda la información 24h al día y en nuestro bolsillo. Si necesitamos algún dato lo buscamos en el momento. La mayoría de las búsquedas que hacemos se repiten día tras día incluso varias veces a lo largo del día.
Y ¿por qué no las guardamos? Como tenemos la facilidad de buscar lo que necesitamos y obtenerlo al instante no nos molestamos en guardar la búsqueda.
Los favoritos es aquel lugar en el navegador donde puedes almacenar todas tus búsquedas más habituales, organizadas en carpetas y acceder a ellas de forma fácil y rápida y desde cualquier dispositivo. De esta manera, reducimos el impacto ambiental a la mitad porque el navegador nos muestra directamente el sitio web al que queremos acceder sin tener que pasar por el buscador. Esto también reduce el tiempo que tardamos en obtener la información a la mitad. Además, podemos sincronizar nuestros favoritos en todos nuestros dispositivos y disponer de ellos ordenados de la misma manera en cualquier sitio.
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